Artículos en español,  Familia

Una casa llena de niños

Soy parte de una familia grande. Soy una de seis hermanos. También soy parte de una gran familia extendida. Mi mamá era una de nueve hermanos, mi papá es uno de siete. Me gusta pensar que somos un grupo cercano que se cuidan y estamos felices de vernos. Estoy muy orgullosa de ambos lados de la familia.

Crecer en una familia grande te da amigos y compañía para toda la vida. Por supuesto, si tiene grandes problemas o situaciones con tus hermanos y familiares, entonces tratas de mantenerte alejado de aquellos que crean tales problemas o estrés, lo cual es totalmente comprensible. Pero para mí, ser parte de una familia grande siempre ha sido una bendición.

Soy la segunda de seis hermanos. Tenemos un orden particular en nuestra familia: un niño, una niña (yo), un niño, una niña, un niño, una niña. También nos nombraron de una manera particular: todos recibimos el nombre de alguien de la familia. Además, el segundo nombre de todos los niños es Manuel (por nuestro padre), y el segundo nombre de todas las niñas es Raquel (por nuestra madre).

Mis hermanos y yo
Del album familiar

Crecer con muchos hermanos es una bendición y una lucha al mismo tiempo. Mi mamá era justa a veces. Bueno, ahora que soy adulto, digo que ella fue justa muchas, muchas veces. Si alguno de nosotros se quejaba de otro, ambos recibirían una paliza (pela) y un castigo. Ella establecía el castigo y luego decía “espera a que papá llegue a casa”.

Ahora, no recuerdo que mi papá nos haya azotado (pegado). Pero, imagina esto, él era policía y también soldado, y era un padre estricto. Así que estábamos muy preocupados esperándolo, porque, de niño, esto daba miedo. Ahora veo que todo estaba en nuestras cabezas. Nos llamaba a la mesa, todavía con su uniforme, preguntaba qué había pasado y decía “asegúrate de que no vuelva a pasar”.

Sólo con el paso de los años, y con nosotros creciendo, vimos a nuestra mamá suavizarse, especialmente con los hermanos menores. Cuando estás creciendo, al estar lejos del pueblo, comes lo que tu mamá te sirve. Si no te gusta, bueno, pasas hambre. Pero luego, con los más jóvenes, ella cocinaba sus platos preferidos, porque eran muy particulares en sus gustos por ciertos platos. Mi papá solía decir “esto no es una cafetería. ¿Por qué tu plato es diferente al de tu hermano?”

Todos los hermanos
Del album familiar

Una casa llena de niños es ruidosa. Mi mamá nos mandaba afuera a jugar. Teníamos que inventar juegos. Tuvimos que aprender a jugar unos con otros. Tuvimos que aprender a estar de acuerdo o en desacuerdo, pero no se permitía pelear. Nos peleábamos por quién se sentaba junto a las ventanas en el carro. Mi madre todavía lograba que nos comportáramos cuando había visitas y cuando íbamos a visitar a otros.

Como individuo, ves las cosas desde tu punto de vista, por supuesto. Cuando eres más joven y vives con muchos hermanos, piensas que “esto es injusto, no consigo lo que quiero. ¿Por qué él o ella está consiguiendo lo que quiere?” Supongo que, incluso cuando no tienes muchos hermanos, algunos jóvenes todavía piensan así. Pero cuando creces con hermanos, aprendes cuándo es el momento de tener lo que quieres y cuándo no.

Mis hermanos y yo
Del album familiar

Con los hermanos aprendes a cuidarse los unos a los otros. Aprendes a compartir. Tienes un compañero, un amigo para toda la vida. Tienes un guardián para tus secretos. Por lo que recuerdo, siempre tuve un hermano alrededor. Ser la hermana mayor también significaba que tenía que ayudar con los menores. También significaba que usé eso para mi ventaja. Al crecer con hermanos menores, los puse a hacer cosas por mí. A menudo lo hacían, y creo que, si lo pido amablemente, todavía harían cosas por mí.

Cuando salí de la casa para ir a la universidad, quería estar sola, hacer cosas por mi cuenta. Veía las cosas de manera diferente a mis padres. Cuando eres joven, crees que eres capaz de hacer muchas cosas por tu cuenta. Creo que ese es el propósito de crecer y desarrollar tu propia opinión o criterio de cómo funcionan las cosas. Crees que estás listo para enfrentarte al mundo. Entonces, si tus hijos piensan así, quizás hayas tenido éxito como padre.

Entonces, tuve mis propios hijos. Comencé a entender las luchas de mis padres, especialmente las de mi madre. Entonces tu hijo se convierte en un adolescente y comienza a expresar su opinión. Oh, ¿por eso estábamos en tanto desacuerdo con nuestros padres? Oh, mi querida mamá, cuánto lo siento por esos estúpidos desacuerdos. Tenías razón. Siempre tuviste razón.

El salir de la casa también significaba estar sola, por mi cuenta. Me encargaba de levantarme sola, preparar mis comidas, cuidar mi ropa, libros, dinero. Comenzar un trabajo, tener un hijo, cuidar una casa, una familia. Bienvenido a la edad adulta. Entiendes por qué me gustaría volver a tener mi mamá cuidando de mí.

Pero también significaba vivir sin tus hermanos. Al estar en una casa llena de niños, tuvimos que compartir juguetes, compartir una habitación, compartir un armario y, muchas veces, compartir una cama. Siempre me preguntaba qué estaba pasando en la casa cuando yo no estaba allí. Pero cuando me fui, uno tras otro, nos fuimos todos. Crecimos, algunos fuimos a la universidad, conseguimos trabajo, nos casamos. Eventualmente, todos nos mudamos. Sé que mi mamá extrañaba tenernos a todos en la casa.

Muchas veces, ahora como adultos, hablamos de los viejos recuerdos. A menudo uno de nosotros dice “No recuerdo que eso haya pasado”. La respuesta es “eras muy joven para recordar” o “te habías ido cuando eso pasó”. Sí, crecimos en la misma casa, tuvimos los mismos padres. Pero cada uno de nosotros tiene una perspectiva diferente de cómo sucedieron las cosas. Eso es lo que nos identifica a cada uno de nosotros y nos hace individuos únicos.

Mis hermanos y yo, parte de mi familia en 2014
Del album familiar

En estos momentos, en 2019, tres de nosotros, hermanos, vivimos en Florida, dos todavía están en Puerto Rico y una de mis hermanas vive en el extranjero en España. Estoy agradecida por las redes sociales y grupos de chat, por teléfonos celulares y mensajes de texto. También estoy agradecida de que, pase lo que pase, contamos con el apoyo mutuo. Agradecida de que, si es necesario, tengo cinco hermanos de buen corazón que son mis amigos y con los que puedo contar para que me ayuden o sólo para hablar con ellos. Todavía conseguimos estar de acuerdo en estar en desacuerdo.

No hemos estado juntos en el mismo lugar, desde 2014 cuando nuestra mamá falleció. Extraño esos tiempos, cuando todos éramos niños, y la pasábamos jugando. Creo que es hora de una reunión de hermanos. Y quién mejor para compartir mis recuerdos y mi tacita de café que con mis hermanos. ¡Salud!

Para versión en inglés https://fullofcoffee.blog/2019/03/24/a-house-full-of-kids/

I'm a Puerto Rican living in Florida. Mom, Blogger, and Writer! Fan of coffee, baseball, books, sweet romance novels and Hallmark movies, and of course, my beautiful Puerto Rico.

5 Comments

Leave a Reply